Se dice que una persona entra en la tercera edad cuando cumple los 60 años. La vejez no es una enfermedad. Los ancianos tienen una mayor probabilidad de estar sometidos a síndromes invalidantes, de los cuales hay que diferenciar entre los procesos que se producen por el envejecimiento biológico normal de los que resultan de una envejecimiento patológico.
La fisioterapia en el paciente geriátrico debe tener como objetivo mantener la independencia en la movilidad y en el desarrollo de las actividades de la vida diaria
La prevención primaria se orienta en reducir la aparición de la enfermedad, incluye la educación sanitaria y la buena forma física. Una vez producida la patología se intenta limitar las discapacidades mediante tratamiento precoz y prevenir complicaciones.
En las incapacidades irreversibles intentamos reducir la minusvalía mediante el entrenamiento, autocuidado y la adaptación al medio recuperar el funcionamiento máximo posible al que podamos llegar.
El anciano en cama , ya sea por enfermedad o por intervención quirúrgica, debemos lo antes posible realizar un tratamiento postural y profiláctico adecuado. El encamamiento prolongado es el primer enemigo de la fisioterapia del anciano.
En estos pacientes se deben tomar las medidas preventivas, como:
- Mantener al paciente en una posición cómoda, la cual debe ser modificada
con regularidad para evitar que se dañe la piel en los puntos de presión. - Mantenerlo limpio y atender sus necesidades fisiológicas.
- Asegurarse de que ingiere los alimentos adecuados y el suficiente líquido.
- Mantener la función respiratoria.
- Proteger la piel. Prevenir las complicaciones que conlleva la pérdida de posturas funcionales.