Fisioterapia juvenil

Hay una percepción común de que la fisioterapia es algo que se hace cuando estás herido y quieres curarte. Esto es especialmente cierto entre los jóvenes, ya que la mayoría de ellos no experimentan los molestos dolores que vienen con una larga vida llena de aventuras, lesiones, golpes y moretones. Esta percepción está cambiando, aunque lentamente, y creemos que eso es algo positivo. La fisioterapia se trata tanto de la prevención de lesiones como de la rehabilitación.

¿Alguna vez has oído la frase «es más fácil pedir perdón que permiso»? Bueno, esto puede ser cierto en algunas áreas (no es que lo fomentemos), pero cuando se trata de nuestros cuerpos, pedir permiso es siempre la mejor manera de hacerlo.

¿Qué queremos decir con «pedir permiso»? Bueno, para empezar, se ha demostrado que la incorporación de estiramientos, fisioterapia, masajes y otros tipos de terapia tradicionalmente asociados con la rehabilitación en un régimen preventivo reduce las lesiones, ayuda a los jóvenes atletas a recuperarse más rápidamente de sus entrenamientos y alivia el estrés y la ansiedad que a menudo se derivan de los períodos de inactividad relacionados con las lesiones.

Las lesiones se producen en el deporte con mucha más frecuencia de lo que la mayoría de los padres (o niños) se dan cuenta. Considere esto: salir a correr puede ser una experiencia estresante para su cuerpo (y especialmente para sus rodillas). Como adultos, normalmente somos mucho más conscientes de esto porque han ocurrido cosas en nuestras vidas que nos hacen íntimamente conscientes del verdadero impacto que tiene el correr.

Pero para un niño pequeño o un adolescente activo que participa en deportes… Es probable que esa conciencia esté en el fondo de sus mentes (si es que son conscientes de ello en absoluto). Recuerde: cuando somos jóvenes, somos invencibles; nada puede hacernos daño.

Entre los jóvenes, la mayoría de las lesiones relacionadas con el deporte ocurren en adolescentes

Al observar la demografía juvenil, varios estudios sugieren que la mayoría de las lesiones se producen en los adolescentes. Un estudio sobre la creciente popularidad del fútbol encontró que para los niños menores de 10 años, se producía menos de una lesión por cada 100 jugadores; entre los adolescentes, el índice de lesiones subía a 9 por cada 100 jugadores y las 5 principales lesiones eran en el tobillo, la rodilla, la cabeza, la espalda y la muñeca. Las lesiones correspondientes fueron esguinces, contusiones, conmoción cerebral, fracturas y distensión muscular.

Es fácil mirar los estudios clínicos que pintan una perspectiva desfavorable y sacar conclusiones. En este caso, puede parecer lógico sacar a los niños de los deportes juveniles para prevenir lesiones. La participación en los deportes ha demostrado ser tremendamente beneficiosa tanto desde el punto de vista de la salud como desde el social y el académico.

Sin embargo, los estudios pintan un cuadro convincente del valor de la prevención de lesiones… ¡ahí es donde entramos nosotros! La fisioterapia puede reducir la tasa de lesiones y minimizar el tiempo de inactividad cuando las lesiones ocurren.

Sabemos que sonamos sesgados cuando ensalzamos las virtudes de la fisioterapia como una herramienta viable para la prevención de lesiones. Sin embargo, no es necesario que nos tomes la palabra, hay mucha información que refuerza la idea de que la fisioterapia puede ser tan beneficiosa para la prevención de lesiones como lo es para la rehabilitación.

Los ejercicios de calentamiento regulares pueden reducir las tasas de lesiones a la mitad

Un estudio que examinó a 2000 jóvenes atletas, encontró que al incorporar calentamientos regulares, un programa de acondicionamiento básico y ejercicios de movilidad, los índices de lesiones en el grupo estudiado eran aproximadamente la mitad del grupo de control (48 frente a 90 lesiones en total).

Adivina qué… los servicios de fisioterapia de rehabilitación deportiva de Clínica de fisioterapia Miguel Peña se centran en la movilidad, el acondicionamiento y el entrenamiento de hábitos.

Los ejercicios preventivos mejoran la capacidad del cuerpo para repararse y recuperarse de las demandas del deporte y el juego. ¡Animamos a los niños a que salgan y sean rudos y se caigan! ¡Rueden por la tierra, trepan a los árboles, andan en bicicleta y hacen cualquier otra cosa que los haga felices y los mantenga activos! También animamos a los padres a llevar a sus hijos a un fisioterapeuta de vez en cuando para que podamos enseñarles acondicionamiento, postura y trabajo de movilidad, especialmente en las articulaciones.