La depresión es una enfermedad que tiene tratamiento. Además del convencional, como la psicoterapia y la farmacoterapia, existen opciones que pueden complementarse y acelerar la recuperación.
En la actualidad existen otras herramientas para complementar un tratamiento contra la depresión que, tradicionalmente, incluye la psicoterapia y la farmacoterapia. Algunas de ellas incluyen:
1) Ejercicio físico: aunque la tendencia natural cuando se está deprimido es permanecer en cama y aislado, lo más conveniente es lo contrario, moverse, pasear, hacer deporte. El ejercicio distrae, y produce cambios a nivel cerebral que generan bienestar psicológico.
2) Hierbas medicinales: la hierba de San Juan o la pasiflora o el jengibre, son algunas de las plantas medicinales para favorecer el equilibrio y la relajación. Bebidos en tisanas, pueden complementar el tratamiento convencional.
3) Masajes y acupuntura: los masajes reducen la tensión, mejoran la circulación y disminuyen la ansiedad. La acupuntura apunta a lograr un equilibrio emocional, aumenta los niveles de serotonina y dopamina, sustancias asociadas al bienestar, y reduce el cortisol, hormona relacionada con el estrés.
4) Terapia lumínica: exponerse a fuentes de luz fuerte mucho tiempo durante el día influye y de manera directa sobre la producción de melatonina, hormona que regula el ritmo del sueño. Además, recientes investigaciones establecen que está relacionada con la regulación de la serotonina y de la noradrenalina, dos neurotransmisores que inciden en el estado de ánimo.
La primera regula el impulso, la ansiedad y el humor. La segunda, mantiene a la persona despierta, provoca excitación.
5) Técnicas de relajación: ejercicios de respiración, yoga y meditación pueden aumentar la sensación de bienestar, favorecer la relajación y aliviar los síntomas de depresión.
Las alternativas para combinar son variadas e importantes, porque cualquier recurso que aumente la sensación de bienestar augura un mayor éxito en el tratamiento de la depresión.