¿Qué es el lipofilling facial?

El aumento de volumen de determinadas áreas del cuerpo (glúteos, mamas, etc.), ya sea por motivos estéticos o reparadores, es un procedimiento que se lleva realizando hace ya más de 100 años.

Sin embargo, ha sido en la última década cuando se ha desarrollado una técnica mucho más refinada que nos permite unos resultados más predecibles, con un razonable porcentaje de reabsorción del tejido graso transferido y unos índices de complicaciones bajos.

En lo que respecta a los tratamientos de rejuvenecimiento facial, la lipotransferencia de pequeños volúmenes de grasa en diferentes áreas de la cara suele dar unos resultados sorprendentes.

El lifting facial ha sido y es la técnica estándar apropiada para tratar la flacidez cutánea, tanto en cara como en cuello. Cuando existe un exceso de piel redundante en la papada y/o los carrillos están caídos, el lifting sigue siendo la mejor opción.

Pero no todo el mundo envejece igual y existen muchas personas en las que es la pérdida de volumen facial la causa de su envejecimiento prematuro. Este proceso se puede revertir mediante el reposicionamiento de esa grasa que se ha atrofiado con el paso del tiempo.

La técnica de lipofilling o lipotransferencia se realiza con anestesia local y de forma ambulatoria. La grasa donante se extrae mediante liposucción de cualquier parte del cuerpo del paciente en que encontremos una acúmulo graso localizado.

Esta grasa extraída se procesa, se centrifuga y se reinyecta mediante jeringas de 1 ml. Una vez que remite la inflamación y desaparecen los moratones (lo que puede llevar entre 10 y 15 días), los resultados apreciados serán ya permanentes.