A medida que envejecemos, nuestra cara pierde volumen y cambia. Esta pérdida de volumen resulta directamente de una debilidad de la piel y de la pérdida de grasa y tejido muscular. Es entonces cuando los pliegues y las arrugas de la papada aparecen y los pómulos y las mejillas comienzan a retroceder.
Como parte de un enfoque global de rejuvenecimiento, el enfoque debe centrarse en recrear la armonía de las formas que caracteriza una apariencia descansada.
Es por eso que la clínica estética selecciona cuidadosamente los agentes de relleno en base a las necesidades y la longevidad. Estos son algunos de los agentes utilizados:
Los rellenos inyectables, como Juvederm, se utilizan en los tratamientos de arrugas profundas y en la remodelación de los labios.
- Rellenos inyectables semipermanentes (el efecto dura años), como ArteSense utilizado en tratamientos de arrugas profundas y remodelación labial;
- Más recientemente, rellenos autólogos inyectables, como Selphyl, que produce resultados utilizando las propiedades específicas de las células sanguíneas y el plasma.
Para obtener resultados de tratamiento de aspecto totalmente natural, es necesario equilibrar las proporciones y preservar la armonía de las formas. Después de administrar la anestesia local (normalmente se aplica una crema anestésica), el producto se inyecta en la piel o literalmente bajo la piel para producir resultados precisos y duraderos. El producto inyectado contiene un anestésico para minimizar las molestias.
No hay riesgo de rechazo y son necesarias pruebas de alergia, ya que todos estos inyectables contienen componentes naturales de la piel. Así, prácticamente todos los riesgos de complicaciones (por ejemplo, granuloma) se reducen. Los posibles efectos secundarios de un relleno facial incluyen hinchazón o moretones temporales en los lugares de tratamiento, así como molestias localizadas. Todos estos efectos desaparecerán en pocos días.